jueves, 26 de febrero de 2009

BARRANQUILLA

Barranquilla, capital del departamento del Atlántico, esta ubicada sobre la ribera occidental del Rió Magdalena, a pocos kilómetros de la desembocadura del mar Caribe, en lo que se conoce como Bocas de Ceniza. Su fundación en 1629 obedece a una prolongada sequía que obligó a los ganaderos de la región a establecerse en territorios que hoy forman el caso urbano de la ciudad, conocidos entonces como Barrancas de San Nicolás.En octubre de 1857, Barranquilla es ascendida a la categoría de Ciudad y en ese mismo año el Concejo Municipal demarcó tres zonas : Barrio de Abajo, Barrio Arriba del Río y el Centro. Es en esa época en que la ciudad adquiere mayor importancia política por su auge comercial y por su estratégica posición geográfica, convirtiéndose en el primer puerto marítimo y fluvial de Colombia.

Ciudad capital de su costa norte y tradicional encuentro y asentamiento de negociaciones y aventureros venidos de todos los rincones del mundo.

La ciudad comienza a ganar importancia al iniciarse la navegación a vapor a mediados del siglo XIX, con lo cual se ponía en contacto con las ciudades y poblaciones del interior. En 1936 se construye el terminal marítimo, y se le otorga el apelativo de “Puerta de Oro de Colombia”, por ser el primer puerto del país, en 1993, el Congreso de la República le da el carácter de Distrito especial, Industrial y Portuario.

En Colombia sólo tienen la categoría de distrito a demás de Barranquilla, las ciudades de Santa Fe de Bogotá Distrito Capital, el Distrito Especial, Cultural, Turístico e Histórico de Santa Marta y el Distrito Especial, Cultural y Turístico de Cartagena de Indias.

A partir de este hecho los sectores públicos y privados vienen trabajando para convertir el potencial industrial y portuario de Barranquilla en un proceso pleno de desarrollo, a fin de atraer la inversión nacional y extranjera en el Distrito.

La organización de Barranquilla como Distrito ha sido de gran importancia especialmente para los sectores salud y educación, los cuales se han visto beneficiados con los ingresos adicionales que por concepto del situado fiscal ha transferido el Gobierno Nacional para ser invertidos en el aumento del número de docentes y en la adecuación de la infraestructura de los centros médicos.

Sus 154 kilómetros albergan habitantes cuyo rasgo común es la espontaneidad y la alegría de las gentes del caribe, se dedican al trabajo en cuatro sectores productivos, la industria, los servicios, el comercio y el transporte. Sobresalen entre ellos la actividad industrial manufacturera y metalmecánica, la producción de alimentos y bebidas, las confecciones y las sustancias químicas.

Barranquilla, la bien llamada Puerta de Oro de Colombia, la ciudad más importante del Caribe Colombiano, ha sido la precursora de muchos acontecimientos importantes en nuestro país. Tuvo el privilegio de ser la primera en la navegación marítima y fluvial, recibir el primer teléfono y crear la primera compañía, hoy Empresa Distrital de Teléfonos de Barranquilla.

También cuenta con el muelle de Puerto Colombia, situado en el municipio que lleva su nombre, que en su época fue el más largo del mundo. Es en la capital del Atlántico donde vuela por primera vez un aeroplano en toda Colombia, se crea el primer hotel turístico en Latinoamérica, El Prado.

Atraídos por el auge comercial, muchos ciudadanos de origen alemán, norteamericano, italiano, español, sirio, árabe y libanés, se establecen en la ciudad dando origen a muchas empresas que ayudaron fortalecer el empuje industrial y económico, que la convirtieron en una de las cuatro ciudades más importantes del país, con gran densidad demográfica.

Con una adecuada infraestructura de servicios públicos, multiples ventajas arancelarias, una moderna zona franca y eficientes parques industriales, la capital del Atlántico es un lugar estratégico para el desarrollo del comercio internacional.

Barranquilla es una ciudad circundada por hermosos paisajes naturales, como el Canal del Dique, Bocas de Ceniza, las ciénagas de Luruaco y Totumo, con sus manglares, Puerto Colombia con su muelle histórico y sus playas. Lugares de especial atractivo como el Viejo Prado, el antiguo Edificio de la Aduana, el Teatro Amira de la Rosa, el Museo Romántico, el Museo de Arte Moderno de Barranquilla, el Zoológico y las poblaciones vecinas donde en el transcurso del año se celebran diversos festivales.

Aun poco más de media hora de Cartagena y Santa Marta, a escasos kilómetros de las mejores playas y balnearios de Colombia, sembrada de árboles que refrescan el ámbito tropical de sus barrios populares y mansiones republicanas, Barranquilla es una ciudad alegre y amañadora que reconcilia a propios y extraños con la vida.

El roble y la Cayena, su árbol y flor emblema, su ave el mochuelo.

La temperatura promedio es de 28 grados centígrados, Barranquilla posee un clima agradable durante buena parte del año, refrescando en buena manera los vientos alisios que se pasean por todo su territorio. Llueve por temporadas, de mayo a junio y de agosto a noviembre.

Barranquilla ha sido cuna de eminentes personajes de la vida artística y cultural del país, entre ellos escritores, poetas, pintores, escultores, músicos, historiadores, cineastas, periodistas, locutores, que han dejado en alto el nombre de Colombia, y obtenido premios y galardones para bien de las artes y letras nacionales.

SITIOS DE INTERES

TEATRO AMIRA DE LA ROSA

Carrera 54 con calle 52
Epicentro del quehacer cultural barranquillero, está ubicado en los límites del barrio El Prado con el barrio Abajo del río. En su moderno recinto se presentan obras de teatro, exposiciones de pintura, espectáculos musicales y eventos de todo tipo durante el año.

El telón de boca del teatro, de 17 mts. de ancho por 8 de alto, fue pintado por Alejandro Obregón, representado con vibrantes colores la leyenda del hombre caimán.

MUSEO ROMANTICO

Carrera 54 con Calle 59
Una vieja mansión de estílo republicano donada por Carmen Freud, hija de Julios Freud, judío alemán norteamericano llegado a Barranquilla. Ahì se guardan como memoria de pasatiempos, objetos de la historía de la ciudad. Alli están, como testimonio de una época, los disfraces de la reina del carnaval, una réplica de la antigua calle denominada Camellón Abello, la maquina de escribir de Alfonso Fuenmayor en la que el premio Nobel Gabriel García Márquez escribió su novela La Hojarasca, algunas cartas del libertador Simón Bolivar, fotografías, discos y colecciones de periódicos de antaño.

ZOOLOGICO DE BARRANQUILLA

Calle 77 Carrera 68
Bajo la sombra de frondosos árboles el visitante recorre los habitats de animales de todas las partes del mundo y especialmente, del caribe colombiano. Son 550 animales de 140 especies, algunas de ellas en vías de extinción; como el águila, el condor, los flamencos, el manatí y el oso de anteojos; así como guacamayas, leones, chimpancés, reptiles, murciélagos y el tití mono cabeciblanco, especie que solo se encuentra en Colombia en los bosques blancos del departamento del Atlántico.

Tiene una Granja para que los niños tengan contacto directo con los animales y un parque de recreación.

ANTIGUO EDIFICIO DE LA ADUANA

Vía 40 con Calle 39
Construido en 1919 por el arquitecto inglés Leslie Arbouin, el edificio de la Aduana representa la importancia de importación y exportación a través del puerto local.

Fue restaurado culminando los trabajos en 1994. A partir de su apertura se le dío un nuevo uso a sus instalaciones. Allí funciona la Biblioteca Piloto del Caribe, el Archivo Histórico del Atlántico, el Museo de Arte Moderno, el Centro de Documentación Musical Hans Federico Neumann y las oficinas administritavas de importantes entidades de la ciudad.

LA ESTACION MONTOYA

Se encuentra ubicada al lado del edificio de la Aduana. Es un hermoso edificio construido a finales del siglo XIX por la Barranquillera Ralway and Pier Co. la cual se utilizaba en ese tiempo como terminal para los trenes que comunicaban a Puerto Colombia con el muelle fluvial.

CARNAVAL DE BARRANQUILLA

El Carnaval es la fiesta popular más importante de Barranquilla, la más alegre, la más libertaria, donde se refleja con más fuerza el espíritu jovial y creativo de sus gentes, y donde se afirma su pertenencia al Caribe.

Acontecimiento que es producto justamente de la historia común y del orígen multiétnico de nuestra sociedad, el Carnaval representa la muestra más fehaciente de lo que es capaz de hacer el espíritu colectivo caribe: prepararse durante meses para reunir en un mismo espacio, durante cuatro días, una multitud de personas -en la que se mezclan propios y extraños -con el propósito de alcanzar mayor disfrute de la fiesta tradicional en un marco de respeto y solidaridad.

Las fiestas de carnaval, de origen europeo, fueron introducidas a América por los españoles y portugueses. Hace más de un siglo cuando Barranquilla era una pequeña población iniciò el carnaval.

En 1888 surgió una figura denominada Rey Momo, para el año de 1899, se creó el cargo de Presidente del Carnaval y una Junta organizadora.

En 1903 se organizó la primera Batalla de Flores por una propuesta del señor Heriberto Vengoechea de recuperar una tradición carnavalesca de años anteriores, para el año de 1918 se eligió por primera vez una reina para presidir las festividades del Carnaval. Fué elegida Alicia Lafaurie Roncallo.

En 1923, se institucionaliza a partir de este año la era de los reinados, suspendida durante cinco años. Es nombrada la damita Toña Vengoechea Vives. En el año 1967 se introduce un evento al carnaval, la "Gran parada" que se lleva a cabo el segundo día de carnaval (domingo). Para el año de 1974, por iniciativa de Esther Forero se realiza la primera Guacherna, evento que rescató una tradición perdida: cumbiambas y tambores que en la noche alegraban los barrios de la ciudad.

Hoy encontramos en el carnaval hechos consagrados por la tradición, como las danzas, cumbias, comedias, letanías y disfraces; al igual que nuevas y originales creaciones de otras comparsas y disfraces que tienen igual validez que las consagradas con el tiempo.

Con el pasar del tiempo el carnaval se ha ido desbordando por las calles y plazas, recorriendo de sur a norte la ciudad, hasta llegar a la vía 40 Avenida paralela con el río magdalena y la Calle 17 en el sur de la ciudad, estas dos avenidas sirven como escenario del arte popular carnavalesco.

Barranquilla es un centro urbano, a donde llegan muchas gentes provenientes de distintos lugares del Caribe colombiano. De esta manera, a su Carnaval, además de lo propio, se le han ido agregando danzas, músicas y comportamientos festivos de toda la zona.

El espacio regional cultural CARNAVAL DE BARRANQUILLA fue seleccionado por el Ministerio de Cultura de Colombia, como la manifestación más importante del país con posibilidad de ser considerada por UNESCO como patrimonio de la humanidad.

El proyecto fue sustentado argumentando que el CARNAVAL DE BARRANQUILLA es una obra del genio creador humano porque es el único espacio antropológico regional del país donde se expresan las manifestaciones culturales resultantes de la hibridación de las culturas denominadas - aborigen y africana- como forma de resistencia de esos pueblos a la pérdida de sus mitos, creencias y expresiones culturales frente a los impuestos por una cultura dominante (española)- Tal resistencia se manifestó en el sincretismo de los dioses y deidades de las culturas dominadas con los santos y divinidad de la religión católica (la dominante)- Esta amalgama se expresa hoy en día en las danzas que le dan el carácter de ancestral, tradicional y popular al Carnaval de Barranquilla.

VILLA DE LEYVA


es una de las más hermosas y mejor conservadas poblaciones coloniales del país. Fue declarada Monumento Nacional en 1954.

Esta bella poblaciòn encierra una sublime época colonial, por sus calles empedradas los visitantes pueden caminar y descubrir una gigantes

ca plaza mayor, rodeada de calles que evocan periodos pasados, por las cuales se encuentran viejas casonas que han sido convertidas en hoteles familiares para alojar a los turistas.

Fundada el 12 de junio de 1.572 por el Capitán Hernán Suárez de Villalobos por orden del presidente actual Andrés Díaz Venero de Leyva. Declarada Monumento Nacional en el año de 1.954.Se encuentra ubicada entre las Serranías de Iguaque y Merchán, a 2.045 metros sobre el nivel del mar. Declarada Monumento Nacional mediante decreto N0 3641 del 17 de Diciembre de 1954 durante el Gobierno del General Gustavo Rojas Pinilla. Actualmente cuenta con una población de 9. 294 habitantes.

En la zona se encuentran numerosos e importante registros arqueológicos de su cultura, entre los cuales se encuentra: "el observatorio de Zaquencipa", "las pictografías de Iguaque, Sachica y otras, así como los valiosos ejemplo de cerámica y escultura. La entrada de Jiménez de Quesada al territorio de los muiscas, rumbo a las tierras del Zipa, se realiza

por el extremo nor oeste del territorio. Entre el 7 y el 12 de marzo de 1537 paso por Sorocota, el Valle de Moniquira, Suta y Tinjaca. Posteriormente todo el territorio dentro de la nueva división administrativa colonial, quedó bajo la jurisdicción de la provincia de Tunja y el corregimiento de Sáchica. La fundación de Villa de Leyva tuvo lugar el 12 de junio de 1572. Se le dio el nombre de Villa de nuestra señora de Leyva, por el capitán Hernán Suárez de Villa Lobos por orden del presidente actual Andrés Días

Venero de Leyva. Declarada monumento nacional en el año de 1954. Con 427 años de historia, Villa de Leyva es un lugar de descansó y tranquilidad donde usted podrá disfrutar de la belleza del paisaje, la cordialidad de su gente y los interesantes atractivos turístico; caminando, cabalgando o paseando en carruajes y chivas.

ISLA DE SAN ANDRES

El archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, catalogado por las Naciones Unidas como Reserva Mundial de la Biosfera, se encuentra situada a 720 km del Noroeste de la Costa Colombiana.

Como en toda isla caribeña, el ambiente es informal y resulta divertido combinar actividades, empezando por aprovechar las mañanas en la playa. Los dos sectores mejores son Sprat Bight, enfrente del hotel El Isleño, que se prolonga en tramo libre de edificaciones hacia el Muelle de los Pescadores; y fuera de la zona urbana, Sound Bay, al sur de San Luis. Con todo, las playas de mejor calidad están en los Cayos.

Luego, cuando el sol calienta, es agradable ir por las tiendas, llevar los niños al Sunrise Park, ver alguna exposición en la Casa de la Cultura o en la Sala del Banco de la República u organizarse un paseo propio. Una buena idea es dar vuelta a la isla por la vía circunvalar, en moto o en auto alquilado (los de precio aceptable suelen ser un tanto "pichirilos", pero andan, si se los sabe conducir con paciencia); o aun en bicicleta, pero no olvide tomar precauciones contra el sol. Así tendrá oportunidad de conocer la espléndida gastronomía isleña en un restaurante típico en La Loma o en San Luis.

De paso por la Loma acérquese a la primera Iglesia Bautista, construida en l.847 con maderas traídas de Alabama y con un estilo muy sureño; es además un fantástico mirador. De allí puede bajar a San Luis por una de varias vías transversales. San Luis es un poblado costanero donde se asienta el grueso de la población nativa. (Es preferible no circular por entre las zonas de vivienda para no disturbar la intimidad de la gente local.) Pero puede usar la playa de Sound Bay. Y también, en el paso de la carretera, hay varios establecimientos amables que pertenecen a isleños (zona sin playa) y , ya en las afueras, otros de comida internacional que dan al mar (zona de varios condominios privados y el Club Decamerón).

De allí en adelante sigue un sector de costa rocosa y luego verá muy promocionado en la punta sur de la Isla, un curioso efecto de succión del agua de mar por entre una caverna submarina que lanza una especie de "géiser". Lo denominan el "Hoyo Soplador".

El regreso hacia el norte, del otro costado, cruza frente a mar abierto, más agitado y oscuro. Y sin playas, excepto el recinto interior de un par de ensenadas. La primera, muy profunda y en medio de un hermoso ambiente de fuerte vegetación, es "El Cove", donde están las instalaciones de la Armada Nacional.

El Cove es lugar de desembarco de los cruceros que tocan en la Isla. Adelante de El Cove hay una discoteca muy divertida (en las noches) y luego aparece la "Cueva de Morgan". Más allá están algunos pequeños hoteles familiares, Sarie Bay, y de nuevo, la ciudad. La vuelta motorizada a la isla, con paradas, es un programa para unas tres horas, o para todo el día si va en bicicleta.

Plan para otro día es la visita a los Cayos. Si tiene interés en la pesca, hay posibilidad de alejarse hasta Cayo Bolívar y Albuquerque, paraíso de pescadores (hay crucero en temporada, pero es probable que necesite contratar una lancha).

Si desea bucear, existen una escuela y un par de clubes donde puede obtener ayuda e información (Acuarium Dive Shop, Hotel Acuario). También hay cámara hiperbárica para controlar efectos de descompresión.

Si prefiere algo más colectivo, cercano y de precio moderado, hay dos opciones a diez minutos de lancha, en transporte individual o de grupo: Johnny Cay, totalmente al Norte frente a Sprat Bight, es un cayo pequeño con algunas instalaciones para bañistas con magnífica y amplia playa de arena blanca y un sector de barrera coralina interesante para el buceo profesional. Es posible observar barracudas y otras especies en cuevas formadas por el arrecife; si no tiene práctica escoja otro lugar, porque hay fuertes corrientes y corales cortantes.

Hay también otras zonas de buceo en otras partes de la isla. Heynes Cay y el Acuario son la otra opción. Están al este de la ciudad y son un Cayo similar al anterior, más un lido de arena blanca, de una belleza irrepetible; hay una amplia zona para observar peces de colores, fácil para buceo de niños y aprendices.

En la noche hay a veces espectáculos folclóricos en la Casa de la Cultura. También hay discotecas animadas y un par de Casinos, con los cuales combinar un buen programa de cena.

Advertencia: Aparte del impuesto de entrada, el Puerto Libre cobra un impuesto del 15% sobre facturas de compra de las mercancías, que se cancela en el Aeropuerto, a la salida. Existe un cupo autorizado para las compras de cada viajero, cupo que se reajusta de tiempo en tiempo.

HISTORIA

En el año de 1510 España toma posesión de las islas, en 1538 pertenecen y forman parte de la audiencia de Panamá, en 1544 hacen parte de la capitanía de Guatemala y Nicaragua, en el año de 1563 pertenecen a la provincia de Panamá; a partir de esta época y hasta principios del siglo XIX (1803) las islas son tomadas por ingleses y holandeses para finalmente ser recuperadas por España.

En 1821 Francisco de Paula Santander defiende la soberanía de Colombia sobre San Andrés y Providencia. El 23 de junio de 1822 se izó por primer vez la bandera Colombiana en el Fuerte de La Libertad y se declaró públicamente la adquisición de las islas a la República de Colombia.

Al embrujo del paisaje, de sus playas de fina arena blanca y sus aguas cristalinas se suma la cordialidad de sus habitantes, producto de una mezcla centenaria de inmigrantes de diversa procedencia: Puritanos ingleses, colonos holandeses, españoles, esclavos, piratas y árabes (estos llegaron a partir de 1853, cuando se declaró puerto libre).

Aunque Colombia tiene varias docenas en ambos océanos, cuando aquí se habla de "las Islas", suele tratarse de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.Aparte de detentar superlativamente la proverbial belleza de las caribeñas, fueron escenario del más extenso "libro de aventuras" imaginable. Están situadas al Noroeste, muy lejos de la geografía nacional (a más de 800 Kms. de Urabá), frente a las costas de Nicaragua.

Se trata de islas muy distintas entre si. San Andrés es baja y bien protegida, aunque tiene un pintoresco sector elevado - La Loma -, donde se asienta la comunidad más raizal. Es de origen coralino y está rodeada por una barrera de arrecifes, blanquísimos cayos y un mar de incomparables colores. Bulliciosa y muy animada, recargada de tiendas y almacenes, no dispone de amplias fuentes de agua dulce ( el consumo humano depende en buena parte de plantas desalinadoras). Tiene una extensión de 26 Kms. cuadrados, casi totalmente cubierta por cocoteros; y una longitud ( en forma de caballo de mar) de 12,5 kilómetros. Su vida económica está en el turismo y el comercio, los servicios relacionados con éstos y la burocracia. La belleza natural contrasta con la arquitectura reciente, de pésima calidad promedio, y con un urbanismo desordenado y carente de gracia.

En cambio, la Vieja Providencia - que por cierto aparece hoy en segundo plano cuando históricamente fue el centro del Archipiélago -, es una isla un poco más pequeña, de origen volcánico, muy montañosa y con fuentes naturales de agua, por lo cual tiene vocación agrícola y ganadera. Antiguamente fue famosa por la calidad de su fibra de algodón y por el cultivo de cítricos. Sus habitantes son una rara mezcla de marinos- montañeses, poco interesados en el comercio o en el turismo masivo: desean preservar un hábitat apacible y provinciano, como hasta hoy. La población misma esta muy desconcentrada en pequeños poblados y diseminada por toda la isla. Providencia está separada de Santa Catalina apenas por un estrecho canal. Cuenta con playas no muy grandes y un gran arrecife que segmenta una zona de mar de extraordinaria transparencia, muy apetecido para el buceo.

Los nombres y las tradiciones principales en ambas islas provienen del inglés antillano, que es la lengua de sus habitantes, más emparentados con Jamaica o Islas Caimán que con el continente. Pero no siempre fue así. Las Islas fueron españolas desde los albores del siglo XVI, y pronto sufrieron abandonos y ocupaciones sucesivas: varias veces las tomaron súbditos ingleses, formalmente a nombre de la Corona o como base clandestina para las actividades corsarias. Francis Drake, por ejemplo, merodeó por la zona en el siglo XVI. Un siglo más tarde, Henry Morgan y Edward Mansfield (o Mansveldt) tomaron brevemente las islas en l.660, y luego el segundo de nuevo en l.670, por un período mayor, durante el cual atacó a Panamá y saqueó a Santa Marta. De esa fase quedan varios vestigios militares y fértiles leyendas, muchas de poco crédito.

La Vieja Providencia había sido antes escenario de otra interesante y poco conocida historia, cuando un grupo de nobles puritanos, opositores del régimen absolutista de Carlos I de Inglaterra (el Conde de Warwick, el vizconde Saye y Sele, Lord Brook, John Pym, entre otros), se ocuparon durante los once años del cierre del Parlamento Largo, de fundar y administrar una "Compañía de Aventureros de Providencia" que sentó reales en la Isla en l.631, apenas diez años después del desembarco de los peregrinos del "Mayflower" y de la fundación de la colonia de Massachusetts.

Esta Compañía, junto con las de Virginia y Saybrook, fueron la base de la estrategia inglesa en América y el germen que resucitó la vieja piratería isabelina contra España, en apoyo a los planes de Cromwell. ( El propio Cronwell hizo parte del grupo gestor de la Compañía). Providencia fue por un tiempo, pues, la clave inglesa en las Indias Occidentales, con San Cristopher y Barbados, y aun antes que Jamaica. Entonces llegaron junto a tres centenares de colonos ingleses los primeros esclavos, para sembrar algodón. La experiencia duró apenas una década, puesto que los españoles retomaron Catalina - después de un intento fallido- en l.641, con una flota expedicionaria despachada desde Cartagena.

Los cambios de dominio no se dieron siempre al mismo tiempo, dado que las islas tuvieron historias separadas en diversas épocas. Al menos una vez fueron holandeses los intrusos. En l.789 la Corona española recuperó por última vez el archipiélago y dejó allí como Gobernador a Thomas O'Neille ( su nombre irlandés confunde aun hoy a mucha gente acerca de este período, que se recuerda como de gran estabilidad y progreso.) España concedió no obstante tierras al inglés Francis Archibold para mantener una plantación de algodón en Providencia, en función de la cual hubo una última importación de esclavos, origen de gran parte de la población actual.

Ya por el tiempo de la Independencia, las islas cayeron bajo el mando del aventurero francés Louis Aury, quien pretendía anexarlas -vaya usted a saber cómo- a la nuevas Repúblicas de Buenos Aires y Chile. Aury adhirió finalmente a la causa de Bolívar y a la Constitución de Cúcuta. ( Este hecho y otro ya referido - en el sentido de que Panamá y la costa Mosquitia centroamericana, más las islas, fueron puestos por la Corona bajo dependencia del Virreinato de Santa Fé en Noviembre de l.803 -, son la razón de que Colombia siga siendo dueña legítima de las islas, aunque la parte continental de Centroamérica haya tomado después otros rumbos.)

El Archipiélago tuvo una vida muy olvidada y remota durante los primeros ciento cuarenta años de la República. La autonomía que de allí derivó se tradujo en un afianzamiento de la identidad cultural y religiosa, muy ajena al continente. Un logro especialmente meritorio es el grado de educación que alcanzó la comunidad isleña, totalmente alfabeta desde el siglo pasado. Y una ventaja hacia el futuro: haber mantenido estrechos nexos con las demás islas del Caribe angloparlante y con Panamá. Hoy en día el Archipiélago está bajo el mando de un Gobernador de elección popular y goza de un estatuto especial, con ventajas de Puerto Libre en San Andrés - la isla principal -, sistema que desde los años cincuenta se implantó como estrategia para activar las relaciones con el continente.

Ello provocó una fuerte inmigración de gentes para atender funciones comerciales y toda suerte de oficios - desde albañiles hasta dependientes de bancos -, lo cual ha venido creando alguna tensión con los antiguos nativos, que ya han quedado en minoría y tienden a la marginalidad. El crecimiento desmedido de la población generó también mucha presión sobre el espacio urbano en West End (poblado principal de San Andrés), que presenta un panorama de desorden, escaso planeamiento, insuficiencia de ciertos servicios y alta congestión vehicular. Las medidas de apertura económica le han hecho perder competitividad al Puerto Libre, por lo cual se espera que el futuro de las islas vuelva a valorizar más su belleza natural, en favor del turismo recreativo, en lugar del interés por las compras. Entre tanto, el Gobierno está aplicando desestímulos a la inmigración, entre ellos el cobro de un impuesto de entrada a las islas.

DATOS GENERALES

San Andres
Altura (msnm): 2 Metros
Extensión: 26 Kms 2
Temperatura: 28 grados centigrados
Economía: Pesca, Turismo.
Indicativo telefónico: 8 (098)
Como se llega: Vía aérea o marítima.
Distancias y tiempos a Bogotá: Terrestre: No hay / Aéreo: 2 horas

ATRACTIVOS

ARQUITECTÓNICO

LA LOMA: Un barrio habitado casi en su totalidad por nativos de la isla y uno de los sitios donde mejor se aprecia la arquitectura isleña tradicional.

RELIGIOSOS

IGLESIA BAUTISTA EMMANUEL: Este templo fue levantado por iniciativa del reverendo Beckeman Livington, quien era pastor de Mission Hiil, él impuso a sus fieles como penitencia traer desde Nicaragua madera. La más antigua de América, fundada en 1847 con pino procedente de Alabama. Posee una torre cuya luz visible desde Altamar sirve de guía a los capitanes de Goletas. Se encuentra ubicada en la parte más alta de la isla (barrio La Loma).

NATURALES

JOHNNY CAY O ISLOTE SUCRE: Es el islote más cercano a San Andrés, desde el punto de vista turístico ubicado a 1 km y medio con una superficie de unas 5 hectáreas; encierran buen número de cocoteros y una vegetación característica de la región que embellece el paraje, le proporciona un sombrío muy agradable y hace atractivo el baño en la playas de arena blanca con mucho color rojo y aguas transparentes.

EL ACUARIO O ROSE CAY: Doña Margoth Daza en algún paseo al cayo Córdoba, se dio cuenta de la cantidad y variedad de peces que rodeaban el bajo llamado "Rose Cay" y solicitó que en adelante ese sitio se llamara el Acuario por ser un verdadero acuario Natural y de gran riqueza que debía interesar a turistas y estudiosos.

EL HOYO SOPLADOR: Consiste en un túnel abierto por la lengua de las olas en varios siglos y sin ningún descanso, hasta lograr más de 30m. de longitud y una chimenea por donde el empuje de las olas arroja chorros de agua altísimos y espectaculares.

EL CLIFF O PEÑÓN: Esta formación caliza enmarca el aeropuerto. Es un paredón rocoso de unos 30 m. de alto sobre el nivel del aeropuerto, taladrado en todo sentido por túneles, lumbreras verticales y profundas hendijas.

LA CUEVA DE MORGAN: Es uno de los sitios más ricos en caliza, el agua abusando de su poder disolvente va desgastando la roca con grietas y huecos que van creciendo hasta formar cavidades subterráneas que se llenan de estalactitas en la parte alta y estalagmitas en el piso. La parte superior de estas cavernas es tan delgada que se hunde y queda visible un charco de agua entre los escombros, agua que proviene del mar y conserva el nivel de este.

ISLA DE SAN ANDRES

LLANOS ORIENTALES

TURISMO AVENTURA - LLANOS Y ORINOQUIA

El amplio territorio que se extiende entre el "pie de monte" de la Cordillera Oriental y la frontera con Venezuela está formado por los "Llanos Orientales" y la Orinoquía, una inmensa llanura de más de 250.000 kilómetros cuadrados, cubierta casi toda por pastos naturales, con manchas frecuentes de "bosques de galería". Y uno que otro sector de cultivos de arroz, palma africana y oleaginosas, en proximidad de los ríos y no demasiado apartados del "pie de monte".

Los ríos mayores -Arauca, Casanare, Meta, Tomo, Vichada, Guaviare, Inírida y sus numerosos afluentes -, pertenecen a la vertiente del Orinoco. El sector comprendido por los dos últimos citados y el Vaupés, deja de ser "sabana" y forma una selva transicional entre el Orinoco y el Amazonas. Con esta excepción, los inmensos pastizales sirven en su mayor parte para ganadería extensiva: fundos de miles de hectáreas, distancias de muchas horas de camino entre un lugar habitado y otro, poca gente, inexistencia de cercos o demarcaciones. Toda la región se somete dos veces al año a fuertes contrastes climáticos: lluvias torrenciales que provocan inundaciones, alternadas por largas sequías que causan voraces incendios.

El medio y sus habitantes tienen mucho en común con los Llanos de Venezuela: historia regional, paisaje, indumentaria, bailes y cantos. ( Y a propósito: los joropos, amenizados por pequeños conjuntos de cuerda, incluyen dos instrumentos muy locales: el más pequeño - el cuatro- es una especie de tiple minúsculo. El más grande - el arpa - es una herencia de los jesuitas y resulta toda una paradoja, por lo inapropiada a un medio donde todo se mueve a caballo y a grandes distancias. El caso es que la música llanera es una de las mejor caracterizadas del país.)

El Llano tradicional:

El eje principal de los Llanos es el Río Meta, que los cruza en diagonal desde el centro de Colombia en dirección Nordeste y recoge en su camino una larga serie de ríos cordilleranos. La parte tradicional está entre el Meta y la Cordillera Oriental, asiento de varias de las haciendas jesuíticas anteriores a la primera expulsión de la Compañía en 1.867, y de grandes hatos (algunos, como el de San Pablo, sobre el Cravo Sur, admiten grupos organizados de turistas; una curiosidad de este lugar es que cría búfalos junto con la faena ganadera tradicional). Esta es una zona que vivió siempre en estrecho contacto con el centro del país andino; en Casanare se reorganizaron las fuerzas que Santander le aportó al Ejército Libertador y que fueron la clave del triunfo en l.819.

Por este sector llanero, pero muy recostado al "piedemonte", se puede cumplir un circuito terrestre.

Entrar por Villavicencio (a dos horas y media de Bogotá, buena carretera), ciudad principal pero aún demasiado fronteriza a la vida del Llano propiamente dicho (hay buenos hoteles por el intenso movimiento ganadero y comercial).

De Villavo se puede seguir Llano adentro, o volver hacia Bogotá por la "vía alterna".

Entrar por cualquiera de dos carreteras al Norte, en el Departamento de Boyacá:

La primera desciende de la región del Lago de Tota (asfaltada únicamente hasta allí), entra por Aguazul, desde donde se puede proseguir a Yopal o tomar en dirección de Mani, una bella región para descanso a orillas del Cusiana, a partir de la cual es posible embarcarse por el río (dejando el vehículo) para descender al Meta rumbo a Orocué; o, en fin, de Aguazul se continúa el circuito terrestre por el piedemonte hacia Villavicencio (vuelve a haber asfalto en Cumaral).

La segunda entrada boyacense es más corta que la anterior: entra por Guateque-Chivor-Santa María ( se llega a Guateque tomando la carretera al Valle de Tensa, en el trayecto Bogotá-Tunja, inmediatamente después del embalse del Sisga), cruzando una región de extraordinaria belleza escénica en el sector de la represa de Chivor. La primera población llanera es San Luis de Gaceno, de donde se va a Villanueva, un municipio de extraordinaria vitalidad, a partir del cual se está en la carretera "alterna" hacia Villavicencio, por Barranca de Upía- Cumaral, igual que en el caso anterior.

Los recorridos anteriores son fáciles de hacer en cuatro días desde Bogotá, cruzando largos tramos de carretera sin asfaltar, en buen estado, con mucho polvo y ausencia casi total de servicios.

Fuera del circuito del "piedemonte", a partir de Villavicencio se puede explorar el Llano en paralelo al Río Meta, vía Puerto López (85 Kms. pavimentados) y Puerto Gaitán (110 Kms. más, sin pavimento. Escasea la gasolina de aquí en adelante). En este tramo hay buenos lugares de pesca y playones para hacer camping, a orillas del Meta mismo y del Río Yucao. Mayor interés presentan adelante Orocué-El Porvenir-Carimagua. ( A mitad de este trayecto la carretera desmejora progresivamente). Orocué es la mitad del curso del Meta. Para llegar por carretera es necesario cruzar el río en ferry -por lo cual conviene llegar de día -, a unos 320 kms. de Villavicencio.

También existen vuelos regulares. Típica población llanera, fue puerto importante de navegación internacional hasta la segunda Guerra Mundial. Conserva las casas de varios consulados y una vieja Base Naval que fue transformada en hotel y que funciona a medias (se anuncia que va a ser mejorada). Hay tres comunidades indígenas Sálivas cercanas, con interesante artesanía. En frente, a menos de una hora, existen una bella laguna y una estación agrícola (Carimagua), de mucho interés. Y a partir de este lugar, a unos 40 Kms. camino por la sabana apartándose del Meta y en dirección del Vichada (74 Kms. desde Orocué - no olvidar el ferry -), se llega a Gaviotas, otra estación experimental de tecnologías apropiadas para hidroponía, reforestación, generación eléctrica y energía solar. Hay buen alojamiento, previo arreglo con el Centro Gaviotas en Bogotá. Bastante más lejos, a muchas horas de viaje, se encuentra la entrada terrestre del Parque del Tuparro. (Hasta aquí habría recorrido 627 Kms. desde Puerto Gaitán, por caminos de sabana, muy difíciles de seguir en invierno). Gaviotas y el Tuparro también tienen pistas en servicio para vuelos especiales.

El Sector Ariari-Guayavero-La Macarena:

Una segunda porción del Llano, más hacia el sur, la constituyen los ríos Ariari y Guayabero (que al unirse forman el Guaviare), por entre los cuales se ha venido dando la colonización más reciente, que hoy avanza más allá de las sabanas, hacia el territorio selvático. Los atractivos de esta zona están principalmente en la Serranía de la Macarena, una formación montañosa que pareciera ser el último y más grande de los "Tepuyes" del escudo guyanés en territorio de Colombia.

Según los entendidos, se trata de uno de los hitos naturalísticos más importantes del continente, con una flora y fauna muy particulares (se destaca una concentración de especies de aves - más de 450-, sin paralelo a nivel mundial). Fuera de ser el paraíso de los ornitólogos, la Sierra es de una prodigiosa belleza paisajística: caños y ríos cristalinos ( Río Guéjar, Caño Cristales), raudales ( Angostura I en el Guayabero y Caño Cafre, en cuyos bordes rocosos abundan los petroglifos). Hay también enormes cascadas, difíciles de apreciar a pié por lo arriscado del terreno. (Tome nota de que hay sectores de la Macarena que presentan inseguridad.) Se accede a la Sierra por la carretera Villavicencio-San Martin-Granada, desviando en este punto hacia San Juan de Arama.

Otro programa de excursión consiste en penetrar al fondo sur del Llano, continuando de Granada a Puerto Lleras y de allí a San José del Guaviare.

Esta es una región frontera de colonización, que amerita una visita combinada con Araracuara (ver Amazonía), tomando en San José el avión para el último trayecto. Cerca a San José hay las mejores huellas rupestres del país: petroglifos y pinturas.

El Llano remoto - la Orinoquía:

Ya en el extremo oriental del país, hay tres localidades de interés para el turismo de aventura, cuya visita debe planearse necesariamente por avión, desde Bogotá (o Villavicencio), o accediendo a ellas por Venezuela. (Hay un gran proyecto vial inconcluso que da posibilidad de llegar por tierra a Puerto Carreño en verano, pero son 650 kms. de carretera en mal estado desde Puerto Gaitán, con muy malos servicios). Se trata pues de destinos costosos por la enorme distancia y porque una vez en la zona se requiere disponibilidad para recorridos largos, donde incide mucho el alto precio local de los combustibles.

Puerto Carreño

Está en la confluencia del Meta en el Río Orinoco. Es un pequeño poblado, pintoresco, con hospedajes bastante modestos, desde donde se puede remontar el Orinoco en lancha o "voladora" como allí se les llama. Si tiene interés de llegar hasta Puerto Ayacucho (capital venezolana del Estado de Amazonas) recuerde hacer gestiones en la Embajada de Venezuela en Bogotá o intentar el permiso con el Consulado en Puerto Carreño. En el trayecto fluvial tienen interés la desembocadura y los playones del Río Vita y el poblado Guaripa, de los indios guahíbos. Casi al salir de Carreño es preciso superar el primero de varios bellísimos raudales del Orinoco.

El paisaje del río es muy distinto al de sus congéneres de los Llanos y la Amazonía, cuyos cauces suelen ser lentos, muy anchos, sobre lechos fangosos. Este es en cambio un río de gran fuerza, que corre veloz por entre un lecho de roca viva. El ancho de unos trescientos cincuenta metros es sorprendentemente reducido, puesto que ya ha recibido más atrás ríos inmensos como el Guaviare, el Vichada y el Tomo, cada uno tan ancho como el Orinoco mismo ( lo que explica su enorme profundidad: 60 metros en verano a la altura de Puerto Carreño ). A ambos lados del río a medida que se asciende surgen entre los pastizales enormes moles de piedra, como montañas, muy típicas del Escudo Guyanés.)

Al sur de Puerto Ayacucho se encuentran los famosos raudales de Maipures, que Humboldt calificó como la Octava Maravilla del Mundo, imposibles de sortear navegando (hay carretera del lado venezolano). Frente al raudal está el Parque del Tuparro, ya mencionado atrás, cuyos límites van de la desembocadura del Tomo (al norte) a la del Tuparro (al sur). El Parque está en territorio de los indios Guahibos, y es muy rico en primates araguatos, monos maiceros cariblancos y cachones; perros de agua y nutrias; pumas; osos hormigueros; ardillas; venados; paujiles, guacharacas, mochuelos y alcaravanes; tortugas terecay, caimanes del Orinoco y babillas; peces osteoglosos, caribes, cachamas y palometas. (Hay cabañas del Inderena y guianza dentro del Parque)

Puerto Inírida

Está más al sur del Tuparro, sobre el río del mismo nombre. ( Preferible llegar en avión, desde Carreño o como destino de viaje desligado del anterior). Este es el corazón de la selva transicional entre el Orinoco y la Amazonía. El poblado mismo tiene interés como sitio de colonización dirigida (es la única localidad de la selva "planeada" como ciudad y hay al menos dos hotelitos de turismo frecuentados por pescadores). Pero el atractivo verdadero está en una amplia región circundante. El primero ellos, de indescriptible belleza, está a unas dos horas en voladora aguas arriba - El Remanso -, poblado indígena muy llamativo por la calidad y disposición de las viviendas, que indican una remota migración desde los Andes; y por estar enfrente de una curva del río entre dos gigantescas moles graníticas (Mavecuri), totalmente inesperadas entre la selva absolutamente plana.

El río forma grandes playones de arena blanca. (Hay posibilidad de acampar o de dormir en hamacas en un tambo comunitario muy amable. La comunidad es pobre, pero muy hospitalaria.) Aguas abajo, a diez minutos de Puerto Inírida, el río desemboca en el río Guaviare, con mejores condiciones de pesca que el anterior. Y una hora después, éste último llega a un lugar singularísimo, verdadera curiosidad geográfica e imponente paisaje, al que Humboldt denominó la "Estrella fluvial del Sur". Este es el verdadero nacimiento del "gran Orinoco" por la confluencia del Orinoco mismo, hasta aquí un río relativamente menor, que viene desde Venezuela; el Atabapo, que viene del sur, haciendo frontera entre los dos países; y el Guaviare, que llega desde el lado colombiano. Los tres ríos se juntan en un radio de apenas tres o cuatro kilómetros.

San Felipe

Volando de Puerto Inírida hacia el sur, existe otro lugar muy especial que merece visitarse sobre el Río Negro, el primero de los grandes ríos de la cuenca del Amazonas, todavía en frontera con Venezuela pero ya muy cerca del Brasil. Aquí hay dos curiosidades: el pié del poblado de San Felipe, las ruinas del único fuerte español en territorio de la selva, desde donde se tenía el control de paso fluvial para cualquier embarque o desplazamiento militar que tuviera origen en los dominios de Portugal. Es un pequeño reducto de murallas de dos o tres metros de altura, alrededor de un patio central de unos ochenta metros por cada costado, con un par de baluartes cuyos cañones fueron a parar al puesto de la Guardia Venezolana, al otro lado del río. Navegando el Río Negro hacia el norte, a media hora de San Felipe, se encuentra una de las curiosidades geográficas más raras del mundo , que fue el motivo del histórico viaje de Humboldt por el Orinoco: el puente de unión entre la cuenca orinoquesa y la amazónica. El Brazo o río Casiquiare, que sale del Río Negro, permite cerrar el circuito de navegación que comienza desde el Atlántico por el Brasil, entrando por el Amazonas; se desvía antes de Manaos por su principal afluente hacia el Noroeste, y pasa luego por el Casiquiare al Orinoco, para desembocar de nuevo al Atlántico por Venezuela.

PARQUE TAYRONA


3 kilómetros... de playas llenas de aventura con 15 mil hectáreas de naturaleza lo reciben con los brazos abiertos, lugares exóticos que esconden serpientes mapanas, monos aulladores, o manadas de pelicanos. Es un sitio lleno de playas transparentes y sorprendentes formaciones coralinas, ubicadas al lado de los acantilados de las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, que con su diversa conformación topográfica constituye un espectáculo incomparable.

La cordillera se funde en el mar avivando aún más el azul profundo, que en este sitio contiene aguas frías llenas de vida submarina preferida por los buzos que encuentran en La Cueva de Neguanje, La Isla Aguja o Bahía Concha el mejor escenario para practicar su deporte.

Aunque en la mayoría del litoral el mar es feroz existe hermosas playas para los bañistas como Arrecifes que se encuentra a solo 30 minutos a pie de la entrada principal. Cañaveral, esta lleno de fuertes corrientes, pero con un lugar privilegiado llamado la piscina que permite que grandes y chicos naden libremente.

El Parque Nacional Tayrona es ideal para los turistas habidos de destinos exóticos y contacto con un medio nativo. El alojamiento es muy natural, existen las tradicionales hamacas, lugares de camping todo esto entre palmeras, y con la imagen imponente de la montaña, a solo unos pasos de la playa. En el hermoso sector de Cañaveral existen 14 Ecohabs, y diferentes cabañas en el area de Arrecifes, para la comodidad del visitante.

El Cabo de San Juan de Guía, a noventa minutos caminando desde la entrada principal, es lo máximo de la experiencia tayrona ya que se vive intensamente el contraste de la fuerza del mar con la disposición de los monolitos y la excitante selva tropical. Luego un camino empedrado precolombino une al Cabo con Chairama. Es una hora de empinada caminata llena de espesa vegetación, monos aulladores, y árboles de treinta metros que cubren por completo el paisaje regalándonos un mundo único y protegido, amenizado por la música insistente de las chicharras.

Al lado oeste del Tayrona, en el kilometro 56 vía Riohacha, se encuentra Quebrada Valencia, este es un pequeño río que desciende hasta encontrarse con el mar. Su cuenca está protegida cerca de la desembocadura, y a treinta minutos encontramos una enorme pared de piedra en la que se forman caídas de agua monumentales. Desde la zona aledaña a la desembocadura del río Palomino (Kilometro 48 vía a Riohacha), se puede avistar los picos de la Sierra Nevada, y al este el mar se torna oscuro porque los ríos arrastran la naturaleza, las playas allí son grises ofreciendo una total tranquilidad a los que arrivan a este punto.



COMO LLEGAR

Santa Marta cuenta con el aeropuerto Simón Bolívar, que recibe viajes diarios desde Bogotá la capital colombiana. Allí existen múltiples hoteles que usted podrá contactar através de la agencia de turismo Gaira V.I.P, (Averiguar en Planes Turísticos) con diferentes tarifas para todos los presupuestos.

Luego el transporte hacia el parque se hace de forma terrestre con un plan definido según el recorrido elegido. Siempre se contará con guías bilingües especializados, que hará que su viaje y estancia transcurran en total seguridad y tranquilidad.

El viajero también puede hospedarse en Taganga, un pueblo pesquero que tiene los mejores centros de Buceo, cuyas escuelas están capacitadas para otorgar el certificado internacional, o si lo prefiere un minicurso con inmersiones guiadas. Planes y Hospedajes que usted puede contactar atraves de Gaira V.I.P.

SANTA MARTA

Es la más antigua ciudad hispánica del país, desde la cual se adelantó la conquista del Nuevo Reino. Su emplazamiento fue escogido por la belleza y seguridad de su imponente bahía. Aunque sus méritos arquitectónicos no alcanzaron el tamaño ni la calidad de Cartagena (en realidad se trataba de un territorio pobre - casi desértico - y muy alejado de las rutas coloniales con el interior y con el Perú), cuenta con un centro histórico pequeño pero de interés, varios fuertes y algunos monumentos del período republicano.

Una vieja rivalidad anima la emulación turística entre Santa Marta y Cartagena, pero es claro que a cambio de la monumentalidad y riqueza urbanística que abundan en la segunda de las dos, Santa Marta cuenta con atractivos naturales y algunas reliquias arqueológicas que le dan una clara ventaja en esos campos: excelentes playas, mejor calidad de arenas, clima más benigno, paisajes de formidables contrastes, comunidades indígenas de fuerte personalidad, la Sierra Nevada y el tesoro de "Pueblito" y "Ciudad Perdida", dos ciudades precolombinas del mayor interés.

La Sierra, el macizo montañoso más alto del país (5.775 m., es decir, por encima de los nevados de los Andes, y sin relación alguna con ellos), coloca picos coronados de nieves perpetuas a muy corta distancia del mar tropical más tibio del mundo.

Fue el asiento principal de los Tayronas, una civilización que se desarrolló a comienzos de la era cristiana, llegando a su mejor nivel cultural entre el siglo quinto y el año mil seiscientos, cuando fueron aniquilados después de una larga lucha contra los españoles. Vivían de la pesca, de la extracción de sal marina, y de la venta de ambos productos a otros pueblos.

Generaron un alto nivel de diseño y tecnología para la construcción de poblados y caminos y explotaban intensamente terrazas de cultivo con riego artificial. Sus productos cerámicos y de orfebrería alcanzaron el mayor refinamiento, por lo cual las tumbas tayronas son objeto de una implacable acción de los guaqueros. Su mitología y el alto conocimiento de las condiciones ambientales de su territorio son materia de amplios estudios antropológicos y se recogen en muchas tradiciones actuales de koguis y arhuacos.

Media docena de ríos descienden de las alturas. Y la brisa sopla comúnmente del continente hacia el mar, al revés de lo que ocurre en casi todo el caribe colombiano, dando lugar a menor salinidad ambiental, menos mosquitos, noches más frescas.

Santa Marta es un polo de actividad turística rodeado de tres grandes Parques Naturales; la Isla de Salamanca, al Sudoeste; el Parque de la Sierra Nevada, al Sur-oriente; y el Parque Tayrona, al Nordeste con muchos núcleos vacacionales periféricos, un poco a la manera de Río de Janeiro ( con la cual tiene, proporciones guardadas, bastantes otras analogías de espacialidad).

Los desarrollos hoteleros comienzan bastante al sur y culminan muy al norte, en un radio de unos cuarenta kilómetros. Para orientarse, conviene que usted se sitúe frente al mapa de la zona, lo cual le permitirá distinguir los siguientes sectores principales:

- el sector de "Piedra Hincada" (Puerto Galeón y vecindades), en dirección de Ciénaga, la parte más al sur; depende de playas artificiales, pequeñas;

- el conjunto de "Pozos Colorados" (entre los Hoteles Irotama al sur y el Santamar), un sector de playa longitudinal de 2.5 Kms. aproximadamente, de muy buena calidad, con buenas condiciones para esquiar. Al pié del Santamar se encuentra el Centro de Convenciones.

El "Rodadero", ya más cerca a Santa Marta (13 Kilómetros), donde está la mayor concentración hotelera, frente a una ensenada muy pintoresca y una playa excepcionalmente ancha, pero menos limpia que la de Pozos Colorados. El entorno es montañoso y desértico.

La arquitectura corresponde a un conjunto de los años sesentas y setentas en su mayoría. Con todo, el ambiente vacacional es muy animado. Hay hoteles de todos los tipos y precios hasta una categoría media-alta. Mucha más actividad recreativa que en el resto de la zona, más posibilidades de deportes náuticos y la mayor variedad de oferta alimentaria. En las afueras de la ensenada existe un viejo Acuario, que cuenta ejemplares interesantes de fauna marina.

- la ciudad misma de Santa Marta, cuya hotelería es muy anticuada, casi toda frente al malecón o Avenida de la Playa, donde se disfruta un paisaje muy bello de la bahía y de El Morro; aquí se vive un ambiente más próximo a la vida corriente de los habitantes de la zona y los servicios propios de una pequeña ciudad caribeña. Con algunos atractivos que se describen más adelante.

Taganga, pueblo de pescadores al norte de Santa Marta està en una ensenada cerrada por montañas, paisajes naturales, playas, zona desértica espinosa, fauna marina, peces diversos, buena pesca y aguas profundas y tranquilas.

La hotelería es modesta en montaje pero se destaca su gastronomía en los diferentes restaurantes ubicados en el malecón turístico donde se pueden degustar los más exquisitos platos del mar. Taganga constituye una de las más importantes estaciones de buceo del caribe colombiano.

El Parque Tayrona, inmediatamente después de Taganga (carretera en dirección a Riohacha), con una extensión de 15.000 hectáreas, de la cual son visitables los sectores de Concha y Neguanje (dos grandes ensenadas, con magníficas playas sin servicios, a las que se llega por sendas carreteras de acceso; el centro arqueológico de "Pueblito", por camino de a pié - unas cinco horas el viaje redondo -, donde es posible apreciar una de las pocas ciudades tayrona construidas en una hondonada de relleno artificial, a diferencia de las ciudades más altas, todas en filos de ladera, conformando un sistema de dominio visual y caminos controlados; y el sector norte Cañaveral-Arrecifes, la entrada más septentrional ( a unos 45 minutos de Santa Marta), donde el Inderena dispone de "ecohabs" (pequeños bohíos a imitación de los koguis, para seis o más personas, con baño), zona de camping y restaurantes, en un lugar de impresionante belleza, cómodo y a muy bajos precios.

En el sector de Arrecifes -sin duda el paraje escénicamente mejor del Parque - se ofrecen también sitios de carpa y hamacas en predios particulares.

(Conviene emplear guianza y moverse en grupos. El Parque dispone en Cañaveral de un grupo de carabineros que acompañan a los turistas a Arrecifes y Pueblito.)

Qué visitar?

La Quinta de San Pedro Alejandrino, donde murió el Libertador Bolívar en l.830, bajo la amable hospitalidad -paradojas de la historia- de un español, y al cuidado de un médico francés. Aquì se conservan recuerdos del Libertador y un Panteón a su memoria, más una Galería de arte latinoamericano expuesta en un pabellón recientemente construido en los jardines.

Merecen visitarse la Catedral, iniciada en el siglo XVI; la Casa de la Aduana, donde el Banco de la República exhibe una buena colección de piezas Tayronas en cerámica y orfebrería, de gran valor arqueológico y artístico; la Iglesia de San Francisco y el Museo del Mar. Hay un Fuerte en las vecindades de la ciudad, para cuya visita se requiere permiso de la Armada. También hay unas instalaciones de interés científico en Punta Betin, frente a la bahía, relacionadas con biología marina, buen complemento de la visita al Acuario de El Rodadero.

Alrededores de interés:

En realidad, como se dijo atrás, el interés de Santa Marta está diseminado en una amplia región, brevemente descrita. El paseo de mayor justificación en cercanías de Santa Marta es sin duda el Parque Tayrona, que puede representar desde un día completo hasta una semana. Pero hay atracción adicional en la Sierra Nevada, que merece una explicación más detallada.

Sierra Nevada-Ciudad Perdida:

La Sierra es de una extrema curiosidad científica desde el punto de vista geológico, ecológico y antropológico. De las aguas de sus ríos dependen las comunidades de Santa Marta y media docena de ciudades más, y todo el sistema agrícola y ganadero de la región, productora de banano, arroz, algodón y granos, en los departamentos del Magdalena, Cesar y La Guajira. Por lo crítico de asegurar un manejo ambiental a las tres vertientes de la Sierra, el Gobierno declaró Parque Natural una buena porción del territorio de la misma, de media altura hacia arriba. Pero además, por albergar tres grupos indígenas de mayor arraigo cultural en toda la Costa del Caribe colombiano ( Koguis, Arhuacos y Arsarios, descendientes de los Tayrona), la Sierra es también territorio de dos grandes zonas de Resguardo, sujetas a la autoridad de los nativos.

En la Sierra hay básicamente tres programas posibles de visita, según las disponibilidades de tiempo del turista:

La primera consiste en un ascenso motorizado a cualquiera de las poblaciones de pié de monte. Por la vía de Santa Marta, la más cercana es Minca, paseo de unas tres horas y media a cuatro, ida y vuelta (con tiempo de almorzar en una posada), en campero. Se trata de una zona cafetera de colonos antiguos, fuera del Parque y de los Resguardos.

La segunda es un plan de ascenso largo, a pié o parcialmente en mula, hasta CIUDAD PERDIDA (Buritaca 200, en lenguaje de los arqueólogos, o Teyuna, en lenguaje indígena), soberbia muestra de un emplazamiento urbano tayrona en las cabeceras del río Buritaca, a unos l.200 metros de altura s.n.m. Allí los arqueólogos colombianos han rescatado a la selva a fines de los setentas dos centenares de la terrazas originales, las calles y caminos, los sistemas de acueducto y alcantarillado de una de las muchas ciudades precolombinas de la Sierra, notablemente espectacular por el paisaje y la morfología del terreno.

Este es un programa que requiere de permiso oficial para el grupo, con guía o "baquiano" registrado, para cuya escogencia conviene consultar en la oficina regional del Inderena, de la CNT o del ICAN. Toma tres días de ascenso y dos de descenso, como mínimo, incluida una noche en el centro arqueológico. Se duerme en campamentos de paso, rústicos y estrechos (hamaca y sleeping-bag) y se está sujeto a una alimentación muy rudimentaria suministrada por el propio guía. Se debe ir bien provisto de protección contra los insectos y con impedimenta liviana. Hay dos caminos principales, que conviene combinar para ascender por uno y bajar por el otro.

El preferido por los baquianos sube por la margen del río Guachaca, atravesando la región de El Mamey (adonde se llega en vehículo por un carreteable muy deteriorado, a dos horas y media de Santa Marta). De allí parte la ruta de caminantes, que atraviesa dos pequeñísimos poblados indígenas Koguis: Mutanshi y Koskúnguena, este último casi abandonado. El final es una gran escalinata en piedra con más de dos mil escalones, por la que se entra a las ruinas. En esta ruta hay qué cruzar el río Buritaca en varias oportunidades, y ello supone precaverse del riesgo de crecientes. Es una ruta más corta pero de menor interés paisajístico y naturalista

El otro camino supone también un trecho en campero que va a Minca, y de allí a La Tagua, por una carretera en mal estado. De La Tagua parte una primera jornada muy pintoresca que cruza varias zonas de bosque húmedo y profundo, a veces de niebla, con ascensos y descensos alternados hasta llegar a "Filo Cartagena", donde hay un pequeño refugio de caminantes construido por Inderena y a cargo de la Fundación Pro-Sierra Nevada, rústico pero bastante mejor que cualquiera de los campamentos de la ruta anterior.

La segunda jornada es también pintoresca, e igualmente con varios pasos sobre ríos cristalinos de gran belleza, pero mucho más difícil; termina en "Alto de Mira", otra estación equipada para caminantes, sobre las ruinas de un asentamiento Tayrona parcialmente excavado; el tercer día es un camino muy exigente, por terreno difícil (ineludiblemente a pié), cruzando los ríos Guachaca y Buritaca. Ciudad Perdida ha sido visitable también en helicóptero, en ciertas épocas del año, lo cual se encuentra hoy en día cada vez más restringido. En cualquier caso, la meteorología de la región permite apenas unas dos horas de visita, a un costo apreciable. Son sólo 20 minutos de vuelo (cada trayecto).

El viajero debe tener en cuenta que el mérito del viaje es disfrutar del camino mismo, y ello supone fijar unas claras condiciones a los guías, quienes tienden a hacer de cada jornada una simple prueba de esfuerzo.

El tercer plan de visita, para especialistas de montaña, consiste en un ascenso hasta los picos nevados, las lagunas y el asiento de alguna de las comunidades Arhuacas (generalmente Nabusímake, bello poblado que rige los destinos del Resguardo). Para este plan se emplea una de las entradas del costado sur de la Sierra (Departamento del Cesar), programa de ocho a diez días, a pié, necesariamente auxiliado por un guía y previo aviso a la comunidad a visitar. Las largas jornadas y la altura (por encima de los 4.000 metros), exigen condiciones especiales de fortaleza. Hay que tener en cuenta además que en territorios de la Sierra distintos de Ciudad Perdida hay condiciones de inseguridad.